El objetivo primordial de un buen diseño web ha de ser siempre la usabilidad y funcionalidad para el usuario.
La satisfacción del usuario final condiciona todo lo orientado con el logro de los objetivos planteados y la puesta a disposición del público en general de la aplicación Web. De los distintos atributos de calidad del sitio Web en sí que repercuten e influyen en la satisfacción de usuario los más relevantes son: calidad de contenidos, de servicio y asistencia que brinde el proveedor y, por supuesto, la calidad del diseño páginas Web.
La importancia de la calidad del diseño del sitio recae, figurativa y gráficamente, en el papel de nexo interactivo entre el usuario mismo y la aplicación. Y en ese nexo se encuentra el punto de mayor peso a la hora de la consecución de los objetivos: es allí donde se dirigen las apuestas fuertes de las estrategias: al nexo que une y transforma.
Se puede decir y asegurar muchas cosas de un buen diseño páginas Web (que deberá ser claro, comprensible, accesible, fácil de usar, dinámico y hasta intuitivo). Pero dichos requisitos, no se consiguen solo con la actitud del diseñador a la hora de la programación y creación del sitio. La implementación de técnicas, estrategias y herramientas que a garanticen la relación exitosa entre el diseño y las necesidades del usuario, es decir, que el diseño logre adecuarse a esas necesidades, es lo que definirá que el sitio sea realmente bueno o no. Que el diseño sitios web realmente sea activo, ganador, y que logre así las diferentes metas propuestas en un principio.
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